De nuevo otra visita a Dinastía Vivanco, esta vez para captar el espectáculo de color en los viñedos. Toda una explosión repentina de tonos rojizos y cobrizos, salpicados de vez en cuando por algún toque amarillento de las uvas blancas.
Acercándonos a Baños de Ebro:
Os dejo unas cuantas fotos tomadas en otras estaciones para que no olvidemos la fuerza de la naturaleza, su sabiduría en cuidar de los viñedos.
Creo que lo debemos todo a ese prodigio de la fuerza de la tierra que nos da estos frutos de los que tanto se habla, se escribe, se bebe, pero que en el fondo sólo depende del cuidado y del esfuerzo del hombre.
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