Benjamín Romeo nos habla con orgullo de San Vicente de la Sonsierra, el pueblo de los "Picaos", un pueblo riojano pretendido por navarros y franceses y que siempre ha sabido asumir su papel de lugar fronterizo. Con el mismo orgullo nos enseña detenidamente su Bodega Contador, obra del arquitecto Héctor Herrera. El nombre de Contador viene, nos dice, de la estancia en las antiguas cuevas de elaboración y de criaza, excavadas en las laderas entre los siglos XII y XVI, donde se contaban los pellejos de vino elaborado en las bodegas del pueblo. En Bodegas Contador se elaboran unos vinos de altísima calidad y producción limitada, reconocidos internacionalmente. Sus tintos: Predicador, Contador, La Cueva de Contador, La Viña de Andrés o su blanco Qué bonito Cacareaba.
Benjamín es un enólogo perfeccionista, obsesionado y apasionado por su trabajo. Es un luchador nato y emprendedor pero por encima de todo una persona acogedora y generosa.
Nos llevó a algunos de sus 75 viñedos, en vaso, casi centenarios, todos pequeños y cuidados con el máximo esmero. Habla de cada parcela con cariño y nombre propio "El Bullón", "Asnillas", "Mindiarte", "El Saúco", etc...con varietales de Tempranillo, Garnacha, Garnacha blanca, Viura y Malvasía. Trabaja bien la cepa porque cree que un gran vino se hace en la viña. Mima a sus cepas como todo agricultor cercano a la tierra. Las viñas están bordeadas de flores silvestres y hierbas, porque piensa que sus aromas favorecen a la uvas.
Después de habernos dedicado la mañana para enseñarnos su propiedad, su pueblo, y parajes impresionantes que sólo los oriundos conocen bien, nos invitó a comer a su bodega. Y los vinos empezaron a abrirse y a beberse, con mucho disfrute de una buena comida con buen vino y mejor compañía.
Hace unos días volvimos a visitar San Vicente de la Sonsierra y vimos a Benjamín trabajando en sus viñas, concentrado en su labor. Nuestro agradecimiento por habernos hecho catar sus vinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario