Hemos visitado por tercera vez la siempre sorprendente región de Arribes del Duero y grabar más material para el documental de Zev Robinson Trailer Arribes. Esta vez nos hemos enfocado en la gastromía tradicional arribeña, empezando con la matanza del cerdo, una tradicion perdida en la mayor parte de España.Tuvimos mucha suerte de poder presenciar un ritual tan impactante como éste, os lo cuento con más detalle en mi próximo blog.
Hacía un frío rigusoso propio el puente de diciembre, con nieve y mucho hielo. Era el momento idóneo para comer en el mesón El Zebadero, en Masueco de la Ribera, en pleno Parque Natural de Arribes del Duero. El local es acogedor y te invita a sentarte y disfrutar de la comida, sabiendo que te van a cebar (de allí el nombre: la z es para no herir la sensibilidad del comensal) con su platos típicos.
Mamen y Quique lo regentan desde hace unos 14 años y han conseguido su éxito por el boca a boca y sin disponer de carta. ¡Tuvimos suerte de encontrar una mesa ese día festivo! El menú es siempre el mismo: patatas machicadas, panceta ibérica, cordero guisado (de raza merina, "el del rabo delgadito que es el bueno"), tostón ibérico, cuchifritos. Mamen se esmera en conseguir la mejor materia prima y se abastece en general de los productos que compra a la gente del pueblo.
Mamen probando sus patatas machicadas, receta de la abuela de Quique: "parecidas a las meneadas, pero menos espesas y picantes."
Los postres caseros simples y auténticos. Yo me lancé a las natillas y todavía las recuerdo. El vino como no podía ser menos, de Arribes, un Juan García para acompañar tradición y buen hacer.En una entrevista al madrileño Delfín Martín afincado en Arribes, nos dijo que en las grandes ciudades se estudian temas medio ambientales, pero aquí los han vivido desde siempre sin que nadie les haya dicho cómo hacerlo. Cuando se habla tanto de ecochefs, de Slow Food, de sostenibilidad y autobastecimiento, se debería mirar a zonas como Arribes para tomar ejemplo y siempre aprender y conservar nuestras tradiciones.
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